Fotoperiodismo a debate.
enero 10, 2017
Desde los inicios del periodismo se ha
cuestionado el tema de qué noticias deben publicarse y cuales no. Se trata del
debate interminable de separar lo que es necesario mostrar a la sociedad y
éticamente correcto de aquello que no aporta nada y tan solo contribuye a la
desinformación y a herir la sensibilidad. En el fotoperiodismo o fotografía de
prensa se plantea el mismo debate, el mismo dilema. Qué imágenes deberían ser
publicadas y dónde existe el límite que separa a estas de las que de ninguna
manera podría ser mostradas por ningún medio de comunicación.
La complicada situación por la que está pasando el fotoperiodismo debido al entre dicho de si una imagen es del todo fiel o ha sido manipulada, ha provocado nuevos medios diferentes que tratan de ofrecer la información de una forma diferente, donde sobran las palabras y deja que las imágenes de actualidad sean las absolutas protagonistas. Imágenes con un notable esfuerzo por regular la manipulación y edición de imágenes en los medios, dónde se muestre un claro impacto y el mensaje informativo sea captado.Todo ello se debe a una ética profesional y sentido de montrar la pura realidad por parte de los fotoperiodistas.
Pero todavia muchos somos los que nos hacemos distintas preguntas ¿Son ciertas todas las imágenes que vemos en la prensa a diario? ¿Son un fiel reflejo de la realidad que intentan retratar?
La edición y tratamiento de las imágenes es necesaria, esto forma parte de proceso fotográfico. Pero ¿dónde está el límite?.
Leyendo y buscando información para escribir esta entrada, encontré un
articulo en que relata un caso en el cual mediante la fotografía ganadora del Pulitzer de
Massoud Hossaini, se cuestiona con ella en quien recae esta responsabilidad
ética en referencia directa con lo que se nos muestra diariamente por parte de
las grandes empresas informativas :
“ La sociedad española amaneció el 7 de diciembre de 2011 con
la terrible noticia, plasmada en los medios impresos y digitales de nuestro
país, del atentado suicida ocurrido el día anterior en Kabul, Afganistán. El
trágico suceso ocurrió ante la ermita de Abu Fazi mientras se celebraba una
festividad religiosa, causando 55 muertos y dejando a más de 160 heridos de
entre los cuales se encontraban varios niños. Tarana Akbari de 11 años forma
parte del grupo de supervivientes, testigo del horror de aquel día y también
protagonista de la polémica fotografía que reavivaría uno de los debates más
antiguos de la historia del periodismo, la ética.
En la imagen Tarana Akbari se encuentra de pie en medio de
una multitud de cuerpos ensangrentados, unos sin vida y otros quizás en la
lucha por conservarla. Se puede apreciar el temor en su rostro y la sangre en
su ropa, un grito de horror mudo que intuimos por su gesto y la posición de sus
manos que están rígidas y pegadas firmemente a los laterales de su cuerpo. En
un primer plano se hallan cadáveres, en su mayoría niños, de entre los cuales
encontramos en la parte derecha a un bebé bocabajo con la cabeza apoyada en el
suelo.
Premio Pulitzer 2011 de Massoud Hossaini |
Desde la postura de las empresas informativas, algunos
diarios impresos optaron por publicar la imagen en su totalidad y sin ningún
tipo de censura en sus portadas. “The Washington Post” o “The Wall Street
Journal” decidieron mostrar distintas versiones mientras que otros dieron
cabida a la manipulación por recorte con el pretexto de no herir la
sensibilidad de los lectores, siendo este el caso del “Huffington Post”.
En un
artículo publicado en el periódico “El País” el pasado 24 de abril, Hossaini
declaró exclusivamente para dicho medio que el mismo ha cortado algunas de sus
fotos por ser excesivamente gráficas, pero que lo que no se esperaba era que
otros lo hicieran por él. “Había dos opciones: mostrarla como era o no
hacerlo”
En la misma publicación otros personajes reconocidos,
también profesionales de la comunicación y específicamente del reporterismo
gráfico, tomaron la palabra en defender el trabajo de su compañero. “La gente
está tan sensibilizada que da vergüenza. Estamos haciendo periodismo del miedo,
quien no se quiera informar que no se informe. La guerra no se intuye, se vive
o no se vive”, declaraba el fotoperiodista español Enrique Meneses. Además, el
ganador del Premio Nacional de Fotografía en 2009 Gervasio Sánchez, incidía en
el mismo artículo sobre la importancia de conocer la verdad sobre las guerras,
ya que sus consecuencias son claves para la reflexión social. “Que los
ciudadanos se enfrenten al dolor de la guerra, que sepan que los que sufren o
mueren desconocen las razones de sus tragedias. Una sociedad que reivindica
imágenes asépticas de la violencia está condenada al fracaso”.
Está claro que la cuestión ética en todas las distintas
ramas de la profesión periodística es una de gran importancia y que aun no
logra satisfacer a los distintos grupos de opiniones opuestas. Mientras que por
un lado se exige el derecho a la información, por otro se pide censurar u
ocultar parte de la misma con tal de no herir la sensibilidad de quien
libremente accede a las fuentes. Desde el punto de vista de los medios de
comunicación es importante cuidar el formato y presentar documentos que
muestren siempre el lado más objetivo de los hechos, desechando por tanto todo
tipo de manipulación que pueda llevar a la confusión. Al contrario y desde la
perspectiva de los fotoperiodistas, se pide el respeto a una profesión que en
ocasiones implica grandes riesgos y la dignificación de un trabajo que no
siempre se presenta con todas las facilidades. Por todo ello el proceso ético
debería aplicarse a todos los individuos del proceso, desde el fotógrafo hasta
quien decide colocar su imagen en la portada de cualquier medio. La
responsabilidad no es atribuible a nadie en particular sino al conjunto de
profesionales responsables de informar con la mayor veracidad y mejor criterio
posible a toda una sociedad. En lo que también debería coincidirse es en que la
imagen no debería ser manipulada para satisfacer criterios individuales o
restar impacto, sino que debería conservarse tal cual, sin alteración y con
todo el significado con la que fue intencionada desde el principio por parte de
su creador. Solo en base a estos criterios podrá seguir ofreciéndose un
periodismo riguroso y de calidad, respetando criterios éticos sin dejar de
informar. "
El periodismo solo puede ser fiel a la verdad y a la información, sin olvidar dar voz a quien no la tiene.
2 comentarios
Muy bien, pero recuerda que palabras como "cuáles", "qué", etc., llevan tilde si son interrogativas.
ResponderEliminarReleído Rocío,
ResponderEliminarMuy buena tanto la documentación como la reflexión. Ójala llegue un día en el que no tengamos que pensar sobre este tema porque los conflictos se han extinguido.